Es habitual que suban vendedores o incluso como este hombre de pie que soltaba un sermón para pedir limosna, o eso me ha parecido.
Tangalle y toda la zona de costa están ahora en temporada baja, ya que la alta es de Octubre a Enero. Se nota porque hay muy poca gente y de hecho en mi hotel que no tendrá más de 20 habitaciones, hoy estoy sólo y en la playa apenas había unas decenas de personas, aunque todos los hoteles permanecen abiertos.
Este es mi hotel. Al ser temporada baja en el Sur, sale muy barato.
Me he dado un gran paseo por la playa, no hace mucho calor, cálculo que unos 30 grados, y desde luego esta playa no es apta para el baño como nosotros lo tenemos entendido. Las olas son muy grandes pero lo peor son las corrientes que tienen que sólo cuando te llegan a las rodillas te arrastran.
La playa es absolutamente casi virgen, aunque hay otras que cuentan con resorts algo más grandes. Aquí salvo el edificio de mi hotel que se inauguró en Diciembre del año pasado, todas las construcciones que están en la playa son de madera. Tanto los hotelitos que normalmente son cabañas como los dos o tres chiringuitos que he podido ver durante mi paseo bastante largo por la orilla del mar están construidos de ese material. Ya en segunda fila hay casas de piedra de una o dos alturas.
Restaurante Gran Cocodrilo.
Cosa extraña, me he bañado. He aprovechado como unos pocos más, una zona protegida por unos arrecifes para meterme en el agua y poder decir que me he bañado en el Indico, también es cierto que cinco minutos antes una ola de no más de dos palmos me ha tirado al suelo y ya estaba totalmente mojado, tan sólo se ha salvado el teléfono que he podido mantenerlo con el brazo en alto. Afortunadamente no ha entrado el agua en la mochila aunque sí he tenido que espabilarme para que mi gorra no se fuera lejos de mi alcance.
Desde luego el que busque paz y tranquilidad las encontrará aquí. Desde la terraza de mi habitación que está en la planta baja a no más de 50 o 60 metros del agua puedo ver además un montón de ardillas por el jardín.
De vuelta al hotel y no sé si el agua ha tenido algo que ver, se me ha "fundido" el cargador del teléfono y me dicen que en esta ciudad no lo voy a encontrar, quizás en Matara o en Galle. Afortunadamente llevo una bateria extra pero no se cuanto me puede durar ya que llevo IPad y dos teléfonos, el local con Internet y el mío con el que hago las fotos. Voy a intentar ahorrar toda la batería posible y a ver como me las arreglo mañana.
Y es que da cierto yu-yu estar oyendo el mar tan bravo y saber que si se repitiera la historia de 2004 lo tendría bastante mal para salvarme. Imagino que desde entonces habrán mejorado los sistemas de prevención...
A las 18,30 la cena, otra vez pronto y otra vez Curry con Arroz, esta vez con gambas. Es lo que ellos comen casi a diario así que porque no voy a hacer yo lo mismo?
Pero lo mejor de todo y el motivo por el que he venido hasta aquí han sido las tortugas, así que a las 20'00 me recoge un tuk-tuk que me lleva hasta la playa donde ocurre este gran espectáculo. Lo primero es llegar a la ONG donde organizan estas visitas en la playa de Rekawa, a 10 kilómetros de Tangalle y totalmente virgen por lo que aún siguen yendo las tortugas a poner sus huevos. No hay construcciones cerca en varios kilómetros.
El proceso es que se va a las 21.00 horas más o menos, en cuanto avistan una tortuga que ha empezado a excavar el nido y entonces avisan a todos, hoy éramos unas 50 personas, y nos acercamos a la playa a unos 20 metros de la tortuga en silencio y sin luces. Cuando desova la tortuga entra en un trance en el que te puedes acercar y puedes entonces ver como cierra el nido,
El problema es que el primer nido ha colapsado antes de desovar y hemos tenido que esperar otra hora y después ha empezado a caer una lluvia monzónica que nos ha dejado a todos empapados, pero la mayoría hemos esperado hasta poder verlo.
Las fotos son las que son, no se puede utilizar flash y sólo el guía puede utilizar una luz roja. Desgraciadamente era tal el agua que caía que no he podido esperar a que la tortuga volviera al mar porque había que esperar unos 40 minutos más hasta que acabara de cerrar el nido,
Lo que más me gusta es aquello que no puedes hacer todos los días y ésta es una de ellas, algo que difícilmente volveré a ver en mi vida y es que no hay que esperar eternamente para decidirte a hacer las cosas, sencillas o no, que pueden hacerte feliz.
Son casi las doce de la noche y aquí estoy escribiendo esto antes de que se me acabe la batería que esta ahora al 10%. Sí mañana no encuentro cargador no podré escribir el blog, nos es que me pase nada más. Esperemos que se solucione.
Mañana me iré a Galle pasando antes por Matara a ver sí encuentro la batería y tengo pensado hacer el trayecto de una forma más original que hasta ahora. Ya lo confirmaré.
Hola hola. De playa a playa, pero muy diferentes. Pero si ensalzar tu AZAÑA de haber-te mojado en el índico. Lugar de belleza singular y en companía de la arena, las olas y tu (ah ! y tu mochila je je). Genial. Vaya parajes.
ResponderEliminarMuy original la experiencia con las tortugas, a pesar del tiempo y sus inclemencias. ÚNICA como bien dices. Hay que aprovechar en donde estés.
Y . . . suerte con el movil / batería y resolución de imprevistos.
Aqui, en la isla, seguimos sobreviviendo.
Que sigas disfrutando por nosotros.
Chao. ESTER